El proyecto privado holandés Mars One, que pretende establecer una colonia humana permanente en Marte, ha comenzado a seleccionar voluntarios para enviarlos a un viaje sin retorno al Planeta rojo a partir de 2023. La selección de astronautas está abierta a cualquier persona que cumpla los requisitos de ser mayor de edad (18 años o más), tener buena salud, ciertas aptitudes de supervivencia y un conocimiento adecuado del inglés (Si estás interesado, aquí puedes resolver todas tus dudas).
No parecen demasiadas exigencias para convertirse en los primeros
humanos que pisen la superficie del mundo vecino, una hazaña que se
adelantaría incluso a los planes de la NASA si es que la compañía es
capaz de cumplir lo que anuncia. La idea es tan audaz tanto desde el
punto de vista económico como humano que prácticamente roza lo
imposible.
La solicitud de una candidatura debe hacerse online a través de apply.mars-one.com
hasta el 31 de agosto de 2013. Será la primera de las cuatro rondas que
conforman el procedimiento de selección. Los voluntarios elegidos a
finales de año serán incluidos en la primera tripulación que irá a Marte
dentro de una década; estarán acompañados de los que sean
seleccionados en las rondas posteriores. Ofrecerse como voluntario tiene
un precio que varía según los países en función de su PIB per capita
-ronda los 38 dólares-, dinero que, según la compañía, servirá para
financiar la misión y que al mismo tiempo evita solicitudes de gente que
no esté seriamente interesada.
Curiosos y creativos
«Estamos muy entusiasmados con el lanzamiento del programa
de selección. Con la primera ronda abrimos las puertas de Marte a todo
el mundo en la Tierra. Se trata de una misión internacional y es muy
importante para el proyecto que cualquier persona en cualquier lugar
puede preguntarse: ¿Quiero esto? ¿Estoy listo para esto? Si la respuesta
es sí, entonces queremos saber de ti», ha afirmado Bas Lansdorp,
cofundador de Mars One, desde Nueva York, donde presentó el proceso de
selección.
En el último año, la iniciativa ha recibido 10.000 mensajes
de posibles candidatos de más de 100 países. La compañía espera un
número sin precedentes de solicitudes y no tendrán en cuenta una
formación académica específica. «Atrás han quedado los días en que la
valentía y el número de horas de vuelo en un avión supersónico fueron
los criterios principales», apuntaba Norbert Kraft, director médico de
Mars One y exinvestigador de la NASA. «Para esta misión de asentamiento
permanente estamos más preocupados con lo bien que (el voluntario) vive y
trabaja con los demás y su capacidad para hacer frente a toda una vida
de desafíos».
La compañía prefiere a candidatos que tengan una buena
salud física y mental y que muestren cinco características claves de
carácter: resiliencia, adaptabilidad, curiosidad, capacidad de confiar en los demás y creatividad.
Colonia permanente
La Mars One Foundation se presenta como una organización
sin ánimo de lucro que pretende enviar humanos a Marte para establecer
el primer asentamiento permanente fuera de la Tierra. En 2016 sería
enviado un satélite para hacer una primera aproximación al terreno. Dos
años después, un robot analizaría la mejor localización para establecer
el campamento base. El primer grupo emprendería el viaje de siete meses
en 2022 para llegar al Planeta rojo al año siguiente. Cada dos años,
sería enviado un nuevo grupo. Allí los colonos establecerían un hábitat
autosuficiente con la ayuda de rovers. Vivirían en casitas de 50 metros cuadrados y cultivarían sus alimentos. En cada viaje la tripulación estaría formada por dos hombres y dos mujeres, para que puedan reproducirse,
aunque no se enviarán parejas. Cámaras instaladas por toda la base
retransmitirán a la Tierra cómo es la vida allí, de forma que «Mars One»
también podría convertirse en el primer «Gran Hermano» desde el espacio.
El plan ha sido diseñado utilizando la tecnología existente
disponible a través de la industria espacial privada. Es apoyado por
científicos como el holandés Gerardt Hooft,
premio Nobel de Física en 1999, aunque es tan ambicioso que ha
despertado muchas dudas sobre su viabilidad por multitud de cuestiones,
incluidos los peligros, por ejemplo, de la radiación. Además, ¿es muy
estable alguien que se ofrece para ir a otro planeta sabiendo que nunca
va a volver? «Todavía soy escéptico, pero esto es técnicamente posible»,
ha dicho Hooft.
yo quiero ir a marte , soy peruano.muy decidido , quiero dejar de estar en tierra ,, quiero descubrir y experimentar algo .
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