martes, 9 de abril de 2013

NASA lanzará en 2017 una misión para buscar nuevas 'Tierras'



La NASA ha decidido seleccionar, tras una competición de proyectos que ha durado tres años, una misión del Instituto Tecnológico de Massachussetts (MIT) que tendrá como objetivo buscar planetas con características similares a las de la Tierra y que, según ha informado la agencia espacial estadounidense, está previsto lanzar en 2017.

   La misión, que será financiada por una donación de la NASA de 200 millones de dólares, se llamará The Transiting Exoplanet Survey Satellite (TESS) y será la primera en explorar planetas por todo el cielo.

   Para ello, se utiliza una matriz de cámaras de campo amplio que permitirá de descubrir exoplanetas (planetas que no orbitan el Sol) en tránsito, es decir, que periódicamente pasan por delante y eclipsan a su estrella madre, que van desde los del tamaño de la Tierra, hasta planetas gigantes de gas que estén en órbita de una estrellas similar al Sol.

   "TESS abarcará 400 veces más cielo que cualquier misión anterior", ha explicado el que será el director principal de esta investigación, George Ricker. En este sentido, ha destacado que "va a identificar miles de nuevos planetas en la vecindad solar, con un enfoque especial en los planetas comparables en tamaño a la Tierra".

   Además, ha señalado que será capaz de detectar cambios "increíblemente pequeños en la intensidad de la luz de una estrella cuando un planeta del tamaño de la Tierra pase por delante". "El tránsito de la Tierra por delante del Sol, visto desde el exterior del Sistema Solar, causaría una disminución en la luz del Sol de 85 partes por millón. TESS está diseñado para detectar una disminución de la intensidad de la luz todavía menor, de aproximadamente 40 partes por millón", ha explicado.

   TESS se basa en una serie de innovaciones desarrolladas por el equipo del MIT en los últimos siete años. Será la sucesora del telescopio espacial Kepler, que ha descubierto más de 100 exoplanetas confirmados y miles de candidatos desde su lanzamiento. Según los cálculos de los científicos obtenidos por los datos de Kepler, un planeta como el nuestro puede existir a solo 6,5 años luz de distancia.

   En este caso, los expertos confían en que TESS encuentre hasta 1.000 exoplanetas en sus primeros dos años de búsqueda. La NASA cuenta con esta misión como un añadido al trabajo que realizará el telescopio James Webb. Así, según ha indicado, cuando un exoplaneta cercano haya sido identificado por TESS, el James Webb analizará su atmósfera en busca de indicios de vida.

Un proyecto de cohete tripulado podría hacer llegar a Marte en 30 días




Investigadores de la Universidad de Washington han construido todas las piezas de un cohete de motor impulsado por fusión nuclear, que podría conseguir llevar a una tripulación a Marte en 30 días. Según ha explicado el director del proyecto, John Slough, ahora "solo hay que unir los procesis desarrollados para comprobar que funciona".

   El viaje de un ser humano a Marte ha sido, durante mucho tiempo, el objetivo de los programas de las agencias espaciales. Para Slough, utilizar la misma energía que utilizan el sol y las estrellas es estar "un paso más cerca" del planeta vecino. Según ha explicado, la energía nuclear puede eliminar muchos de los obstáculos que bloquean el viaje espacial profundo, incluyendo los largos tiempos de tránsito, los costes exorbitantes y los riesgos para la salud del hombre.

   "El uso de combustibles existentes hace que sea casi imposible para los seres humanos explorar más allá de la Tierra", ha señalado el investigador, quien ha explicado que este es el motivo por el que comenzó a experimentar con "una fuente de energía mucho más potente".

   En los estudios realizados por la NASA se estima que, con la tecnología actual, una expedición de ida y vuelta a Marte llevaría más de cuatro años y la gran cantidad de combustible químico necesario para el cohete en el espacio sería de más de 12.000 millones de dólares. El equipo de Slough han presentado documentos que señalan que su cohete impulsado por fusión nuclear permitiría realizar una misión al planeta rojo en un periodo de entre 30 y 90 días. Esto, según han destacado los científicos, haría que el viaje fuera más práctico y menos costoso.

   En este sentido, han explicado que para alimentar su cohete, solo es necesaria una pequeña cantidad de fusión, como "un pequeño grano de arena de este material".

    Para esta misión, el equipo de investigación ha desarrollado un tipo de plasma que está encerrado en su propio campo magnético. La fusión nuclear se produce cuando este plasma es comprimido a alta presión con un campo magnético.

   Además, para encender el cohete han creado un sistema en el que un poderoso campo magnético provoca grandes anillos de metal para implosionar en torno a este plasma, comprimiéndolo a un estado de fusión. Los anillos de convergencia se unen para formar un armazón que enciende la fusión, pero sólo por unos pocos microsegundos. A pesar de que el tiempo de compresión es muy corto, se libera la suficiente energía de las reacciones de fusión para calentar rápidamente y ionizar este armazón. Este material es expulsado fuera del cohete a una velocidad alta. Este proceso se repite cada minuto, propulsando la nave espacial.

PRIMERA PRUEBA ANTES DE VERANO

 

   "Creo que todo el mundo estaba encantado de ver la confirmación del mecanismo principal que se está usando para comprimir el plasma", ha señalado Slough, quien ha apuntado que una misión con este sistema podría tener un coste en combustible de 2.000 millones de dólares.

   Ahora, el equipo está trabajando en aunar todos los procesos usando la tecnología para comprimir el plasma y crear fusión nuclear. Slough espera tener todo listo para la primera prueba a finales del verano.
   El proyecto, que está financiado por la NASA, fue presentado en el simposio de Programas Innovadores sobre Conceptos Avanzados, en donde el equipo mostró los primeros resultados experimentales realizados a través de simulaciones informáticas.

   Todos los datos de la investigación han sido demostrados con éxito en pruebas de laboratorio. Ahora, "la clave será la combinación de cada prueba aislada en un experimento final que produce la fusión con esta tecnología", ha señalado Slough.