lunes, 9 de junio de 2014

Por primera vez un super ordenador con inteligencia artificial supera el Test de Turing.





Un programa informático llamado 'Eugene' ha logrado superar el Test de Turing haciéndose pasar por un chico humano de Ucrania de 13 años de edad frente a un jurado en el 60 aniversario de la muerte del creador del test.

   El Test de Turing, nombrado así por su creador, el matemático Alan Turing, es un experimento que permite descubrir si las personas son capaces de distinguir si su interlocutor es otro humano o una máquina. En la última prueba, la inteligencia artificial conocida como Eugene lo ha conseguido, según ha informado la Universidad de Reading, organizadora del evento.

   En la prueba, celebrada este fin de semana con motivo del 60 aniversario de la muerte de su autor, el ordenador logró engañar al jurado en un 33 por ciento, lo que significa que el jurado pensó en un 33 por ciento de las veces que estaba interactuando con un humano.

   Eugene se hacía pasar por un joven ucraniano de 13 años que no hablaba muy bien el inglés y que tampoco tenía muchos conocimientos. La novedad de esta prueba radicaba en que los temas de conversación no estaban fijados de antemano, al contrario de lo que ocurría en pruebas realizadas con anterioridad.

 Alan Turing

   Para que una inteligencia artificial pase el Test tiene que lograr convencer al interlocutor humano de que ella también lo es al menos en un 30 por ciento de las veces. La conversación tiene lugar a través del ordenador, mediante la escritura con el teclado, en series de cinco minutos. Eugene logró convencer en un 33 por ciento de las veces al jurado de que era 'humano', algo que hasta, han explicado en Reading, no había pasado nunca.

   El programa informático Eugene ha sido desarrollado en San Petersburgo, en Rusia, por el ruso Vladimir Veselov y el ucraniano Eugene Demchenko.

   Las implicaciones de este experimento, han explicado, trascienden el mundo académico hasta el punto de que confundir un ordenador con un humano puede tener graves consecuencias en los crímenes cibernéticos.