miércoles, 7 de marzo de 2012

Butch Cassidy y Sundance Kid. Forajidos de Leyenda.




Hay una serie de personajes históricos de los cuales, la industria de Hollywood no puede dejar pasar la oportunidad de mostrar en la gran pantalla. Este es el caso de nuestros personajes, Robert Leroy Parker y Harry Alonzo Longabaugh. Probablemente estos nombres no signifiquen mucho para la inmensa mayoría de vosotros, entre los que me incluía hasta hace bien poco. La cosa cambiará cuando os diga que eran conocidos por los alias de “Butch” Cassidy y “Sundance Kid”. Dos de los más famosos asaltadores de bancos y trenes del “Far West”. Algunas de sus andanzas y correrías se plasmaron en aquel inolvidable largometraje titulado “Dos hombres y un destino”. En el físico desde luego que los productores no se acercaron demasiado. En una comparación con Paul Newman y Robert Redford, los auténticos saldrían mal parados. A fin de cuentas es la magia del cine y lo real se puede mejorar al antojo del cineasta. Así que sin más dilación, coged vuestros revólveres Colt , el rifle Winchester y las cartucheras a rebosar de balas. En un instante daremos el “salto cuántico” hacia el lejano oeste. Un western de leyenda nos espera a nuestra llegada.

El pequeño Robert llega un 13 de abril de 1866 en Beaver, estado de Utah. Sus padres, Maximilian y Anne, de origen inglés y escocés respectivamente, eran inmigrantes mormones que se instalaron en la población de Circleville, al sur de Salt Lake City. Utah tiene fama de ser uno de los lugares más tediosos y aburridos del planeta. Así que los Parker dieron con una inmejorable forma de entretenimiento. Robert fue el mayor de trece hermanos, como el aburrimiento había que matarlo de alguna forma…

Siendo un jovenzuelo decidió que estaba hasta las narices de Utah y se fugó de casa. En ese momento es cuando comienza a frecuentar las “malas compañías”. Conoció a un ladrón de ganado que se llamaba Mike Cassidy, del que más tarde adoptaría su apellido gracias a sus labores de mentor en el negocio. Su alias, “Butch”, lo tomó en una época en la que intentó aprender el honorable oficio de carnicero (Butcher en inglés), pero pronto se le pasaron las ganas, había opciones más interesantes para él.

Butch no era un chico malo del todo, al menos al principio. En 1880 se produce su primer roce con la ley y la verdad es que fue por mala suerte. El pobre hombre necesitaba unos pantalones con relativa urgencia y se encontró con el establecimiento cerrado. Ni corto ni perezoso forzó la puerta del almacén, cogió sus pantalones nuevos y dejó una notita con sus datos, diciéndole al tendero que en su próxima visita se los pagaría. El dueño del negocio como que no se creía nada de nada y lo denunció ipso facto a las autoridades. Fue arrestado y liberado a los pocos días. Si llega saber lo de la notita…

En 1884 se desplazó a Colorado, allí se dedicó al tráfico de caballos robados y otros asuntillos generalmente poco lícitos. Una vez que llegó el año 1887, nuestro “héroe” comenzó a destapar el tarro de las esencias del bandidaje. Conoció a los hermanos McCarty, con ellos aprendió el “arte” del asalto de trenes, bancos o lo que fuera menester. El trío dio un fantástico golpe en junio de 1889 atracando el San Miguel Valley Bank de Telluride. El botín ascendió a la nada despreciable cantidad de 21.000$, un verdadero dineral para la época.

 Telluride

Con su parte del botín adquirió un rancho en Wyoming, en una zona llamada el Agujero en el Muro (Hole in the Wall), que se convertiría a la postre en su guarida, la de él mismo y su futura banda. En su rancho fue donde conoció el amor. Si amigos, los pistoleros también tienen su corazoncillo y caen como cualquiera bajo las flechas de Cupido. Anne Bassett, una ruda ranchera y por otro lado peligrosa fugitiva, se apropió del corazón de Butch Cassidy. La fiesta les duró poco . En el transcurso de ese año, Cassidy fue arrestado. El robo de caballos y proporcionar “protección” a los rancheros a cambio de dinero, provocó que diera con sus huesos en la prisión del estado. La condena fue de dieciocho meses. Tras cumplirla, Butch salió de la cárcel como se sale después de un año y medio sin catar mujer. Así que con la primera que se cruzó en el rancho tuvo un “affaire”, precisamente con la hermana mayor de Anne Bassett, Josie. Una vez que el fogoso Cassidy tuvo los suficientes elementos de juicio para decidir, optó por regresar con su amada Anne. Como estrategia no está nada mal, eso sí, conociendo a la chica… como que era un poco arriesgada.

 Hole in the Wall

En su periplo carcelario, Butch Cassidy hizo muy buenas e interesantes amistades para sus asuntos “laborales”. Junto a otros forajidos formó una banda que se hizo famosa como “The Wild Bunch”, la Banda Salvaje. El nombre lo dice todo, fueron cuantiosas y violentas las muertes que dejaron tras de sí en sus años de peripecias delictivas. En un primer momento la banda la componían Butch Cassidy, Will Carver, Harvey Logan “Kid Curry” y Ben Kilpatrick “Tall Texan”.  Con el paso del tiempo se uniría a la banda un nuevo e ilustre miembro. Nuestro otro protagonista, Harry Alonzo Longabaugh, más conocido por todos como “Sundance Kid”. Un tipo que contaba con una espeluznante velocidad a la hora de desenfundar su brillante Colt del  73 y que pasaría a la posteridad por acompañar a Butch Cassidy en sus andanzas.

Sundance Kid, Wil Carver, Ben Kilpatrick, Kid Curry y Butch Cassidy
- The Wild Bunch -


Los golpes se sucedieron uno tras otro. El 13 de agosto de 1896, 16.500$ en el banco de Montpelier, Idaho. En abril de 1897, un total de 8.800$ de la empresa minera Pleasant Valley Coal Company en Castle Gate, Utah. Estos solo fueron el principio.

 Montepelier

El 2 de junio de 1899, suben de nivel en sus “trabajos”. Cerca de Wilcox, Wyoming,  una barricada cortaba la vía por la que tenía que pasar un convoy de la Union Pacific.  Unos enmascarados accedieron al tren y desengancharon de la locomotora unos vagones en los que había una importante carga. Una caja fuerte con nada más y nada menos que 200.000$ en oro y billetes. El pobre vigilante al cargo de la caja fuerte, un tal Woodcock, estaba aturrullado y conmocionado por los acontecimientos. El desdichado empleado no acertaba con los nervios a recordar la combinación de la caja fuerte y eso que utilizaron con él métodos bastante expeditivos para refrescar la memoria. Vamos, que pusieron bonito a bofetadas al pobre Woodcock. Cuando se dieron cuenta de que era totalmente imposible obtener la información, optaron por un método algo más brusco pero infalible. La caja voló por los aires y su contenido pasó a manos de los asaltantes.

 Vagon del Union Pacific en Wilcox


La rumorología se disparó inmediatamente en el estado de Wyoming. Para unos periódicos, la Wild Bunch era la responsable del robo, para otros era obra de los hermanos “Roberts”. Actualmente se cree que “Roberts” era el nombre de guerra utilizado por Sundance Kid y Kid Curry. Estaba claro que no podían ser otros.

El 29 de agosto de 1900, Cassidy y sus chicos repitieron “modus operandi”. De nuevo la Union Pacific fue la elegida para el robo. Esta vez fue en Tipton, Wyoming, pero el botín fue algo más modesto, solo fueron 50.000$. Como nota curiosa deciros que supongo que os imaginaréis quien era el vigilante del dinero… Si, es el que pensáis, no era otro que nuestro amigo Woodcock. Hay personas con mala suerte en la vida. El pobre hombre no daría crédito a sus ojos cuando vio aparecer de nuevo a los hombres de Cassidy.

 Harry Alonzo Longabaugh, alias "Sundance Kid"


Los golpes de Wilcox y Tipton, aunque fueron exitosos supusieron el principio del fin del Wild Bunch. El presidente de la Union Pacific, E.H. Harriman, se propuso terminar con los robos a su empresa.  Tenían que terminar con la banda de Cassidy. No escatimarían en medios, había que poner toda la carne en el asador.

 Los hombres de Pinkerton

Una nueva tecnología hizo aparición en los EE.UU. del incipiente siglo XX, el teléfono. Las autoridades ya tenían la capacidad de comunicarse a largas distancias de manera inmediata. Esta fue una de las herramientas que utilizaron los detectives de la agencia Pinkerton que se encargaron del asunto. Los agentes Keliher, Lefors Joe y Thomas Jefferson Carr fueron los elegidos para estar al frente tan ardua tarea.

El primero en caer fue Kid Curry. Fue el 30 de noviembre de1902 en un salón de billar. Tras un enorme forcejeo y cuantiosos destrozos en el local, fue capturado por los tres agentes de Pinkerton. Inmediatamente fue llevado ante el juez, que tardó un santiamén en juzgarlo y declararlo culpable. Le cayeron nada más y nada menos que veinte años de trabajos forzados y una multa de 5.000$. Cuando no llevaba ni un año en prisión, Kid Curry escapó. Según parece uno de sus guardianes recibió un sobre con un regalito de 8.000$, aunque jamás se pudo probar nada.

Harvey Logan, alias "Kid Curry"

El 7 de junio de 1904, Curry fue localizado por un pelotón de agentes que había partido en su búsqueda a las afueras de Parachute, Colorado. En el tiroteo resultó gravemente herido y antes de ser capturado de nuevo tomó una drástica decisión. Kid Curry se disparó en la cabeza poniendo punto y final a su agitada y delictiva vida. El cadáver de Curry fue enterrado en el cementerio de Linwood, muy cerca del monumento a otro famoso pistolero, Doc Holliday, del que supongo hablaremos algún día porque también se las trae su biografía.

Estamos en la noche del 2 de abril de 1901, en Sonora, Texas. El duro Sheriff Bryant y sus hombres rodean a William Carver y a Ben Kilpatrick. Este último, en un torpe movimiento de manos provocó el inicio del tiroteo. Carver no pudo ni desenfundar su revolver, recibió seis balazos que terminaron con su vida en el acto. Kilpatrick, aprovechando el revuelo y la confusión, consiguió escapar una vez más. El 5 de noviembre de ese mismo año se le acabó la suerte y fue capturado en St. Louis, Missouri. Le cayó encima una condena de quince años de los que finalmente cumpliría solo diez. Al poco tiempo de ser liberado, el 12 de marzo de 1912 y en transcurso de un atraco, Kilpatrick fue abatido por un empleado del tren llamado David Trousdale. Es de suponer que si el empleado del ferrocarril hubiera sido nuestro amigo Woodcock seguramente habrían escapado con el botín. La Wild Bunch como tal había llegado a su fin y ya solo quedaban nuestros dos protagonistas.

Ben Kilpatrick, Alias "Tall Texan"



Cassidy y Sundance se dieron cuenta de que la situación se estaba volviendo realmente complicada para ellos en EE.UU. La decisión que tomaron fue partir a toda prisa hacia Sudamérica vía  Nueva York. El 6 de febrero de 1901 zarparon a bordo del buque Herminius rumbo a Buenos Aires. Cassidy viajó con el nombre de James Ryan. Sundance Kid y su amiga Etta Place se convirtieron en el señor y la señora Place.

 Sundance Kid y Etta Place



Una vez situados en la capital argentina solicitaron a la administración estatal unas tierras para poder establecerse. Así que en octubre de 1901 llegaron a Valle de Cholila, en la provincia de Chubut y allá construyeron una cabaña junto al Río Blanco. Adoptaron un modo de vida más o menos normal con la cría de ganado como principal ocupación.

En 1902, en una de las ocasiones en las que Sundance y Etta visitaban EE.UU., los detectives de Pinkerton recibieron un chivatazo que delató su presencia en el país. Una descripción completa por parte del informador confirmó que se trataba de Sundance Kid. Las pesquisas de los agentes dieron como resultado la certeza de que los forajidos se encontraban en Argentina. De nuevo el cerco se estrechaba.

Como hay ciertas costumbres difíciles de abandonar, Butch Cassidy y Sundance Kid volvieron a delinquir, era cuestión de tiempo. En Argentina se le atribuyeron tres grandes robos. El del Banco de Londres y Tarapacá en Río gallegos, el del Banco de Villa Mercedes y el Registro Mercantil de Chubut, aunque este último es muy poco probable que lo realizaran nuestros amigos. Las autoridades argentinas se pusieron en contacto con los Pinkerton y nuestro trío de protagonistas, avisados por un funcionario local que estaba enamorado de Etta, tuvieron que poner pies en polvorosa una vez más. De lo que no sea capaz el amor…  En esta ocasión Chile, Perú y posteriormente Bolivia fueron los destinos agraciados con la visita de nuestros asaltadores.

Banco de Londres y Tarapacá en Río Gallegos

 Río Gallegos

Etta, viendo que la cosa tomaba tintes bastante oscuros, huyó a los Estados Unidos. Con esta mujer existe una enorme disputa sobre su identidad entre los biógrafos de Cassidy. Unos dicen que era una profesora de escuela, otros  que era una prostituta de un burdel de San Antonio y otra teoría es que Etta en realidad era Anne Bassett, la antigua novia de Butch y que en ese momento era la amante de Sundance Kid. Aquí todo quedaba en casa. Según parece Etta/Anne falleció en EE.UU. hacía 1962 a la nada despreciable edad de 77 años. El caso es que el trío se convirtió en pareja. La cosa se reducía.

 Tupiza

El 4 de noviembre de 1908, en la colina de Huaca, en las afueras de Tupiza en el extremo sur de Bolivia, dos bandidos encapuchados de habla inglesa apuntaban con sus pistola al encargado de custodiar la nómina de la Compañía Minera Aramayo, Franck & Cía. El custodio no tuvo más opción que entregarles el dinero. Cassidy y Sundance se marcharon con la mula de Aramayo bien cargadita con el botín. A los pocos días un agente identifica la mula de Aramayo, que ya hay que tener memoria para reconocer una mula, y dio la voz de alarma. Butch y Sundance, que ya eran un objetivo militar para las autoridades bolivianas, no tuvieron otro sitio para refugiarse que en la oficina de policía de San Vicente. Veinte soldados fueron inmediatamente convocados para intentar capturar a los forajidos. El capitán de los soldados, que tenía que ser un poco chulo,  para eso era capitán, se adelantó a sus soldados y se acercó para exigir la inmediata rendición. La respuesta fue breve, clara y concisa. Un disparo en la cabeza le dejó seco en el sitio. Lógicamente se inició un follón de primera magnitud. Las balas silbaban por todos sitios. Cassidy y Sundance disparaban con rapidez y letales efectos. Poco a poco el patio del edificio se llenó de sangre y cadáveres de soldados. En su contra había un detalle de suma importancia, llegó un momento en el que la munición empezaba a escasear de manera muy preocupante. La situación comenzaba a ser desesperada. Sundance en un momento dado de la refriega, le pidió a Butch que le cubriera. Se proponía llegar al lugar donde tenían sus rifles Winchester, era su última baza. Cassidy comenzó a disparar mientras Sundance corrió a toda velocidad hacia los rifles, pero una bala del ejército boliviano le hirió gravemente, no sin antes vaciar el tambor de su revolver abatiendo a varios soldados. Arrastrándose como pudo regresó ensangrentado junto a su amigo Butch.

San Vicente

Para los soldados era solo cuestión de esperar el fatal desenlace. Los disparos de los norteamericanos cada vez eran más espaciados en el tiempo. Finalmente sobres las nueve o diez de la noche, el sonido de dos últimos disparos rompieron la quietud del recinto. Robert Leroy Parker, Butch Cassidy, acabó con el sufrimiento de su amigo Harry Alonzo Longabaugh, Sundance Kid. Posteriormente acabó con su propia vida antes de ser capturado. En ese momento se convirtieron en leyendas.

¡¡Alto, no os vayáis!! Hasta aquí la versión oficial de la historia, que no tiene por qué ser la verdadera. En investigaciones actuales de la máxima seriedad han surgido indicios de otro posible final y puede que no tan trágico, al menos para Butch Cassidy.

Según esta otra versión alternativa, un par de días después del asalto, la casa en la que se ocultaban Cassidy y Sundance fue rodeada por un numeroso grupo de habitantes de San Vicente.  La mayoría de ellos como que no estaban muy contentos con la presencia de los yanquis en su pueblo ya que su nómina mensual se había evaporado gracias a ellos. A los lugareños se les unieron un grupo de soldados y hasta el mismísimo alcalde se presentó en el lugar, para eso era político y tenía que figurar.  Como era habitual en aquellos duros tiempos, al instante comenzaron los disparos y las balas por doquier.  Todo terminó como el rosario de la aurora. 

 Robert Leroy Parker,  alias "Butch Cassidy"

Según parece, dos cuerpos que aparentemente podrían ser los de Butch y Sundance fueron enterrados en unas tumbas anónimas en el cementerio de San Vicente junto a la de un minero alemán llamado Gustav Zimmer. 

En 1991, el antropólogo Clyde Snow junto a un equipo de forenses intentó localizar los restos mortales de Sundance Kid y Butch Cassidy para poder certificar mediante análisis de ADN que ambos pistoleros fallecieron aquel día en esa localidad boliviana. Después de levantar medio cementerio no pudieron conseguir ni una sola muestra de ADN que fuera compatible con alguno de los descendientes actuales de nuestros amigos. Una de las hermanas de Cassidy contó en su biografía “Butch Cassidy, mi hermano…” que Butch salió vivo de aquel atolladero imposible y que vivió en el anonimato en EE.UU. durante muchos años tras el incidente de Bolivia, probablemente hasta 1937 que es cuando algunos investigadores afirman que falleció. De Sundance Kid nunca más se supo. Lo más plausible es que falleciera en el tiroteo de San Vicente.