Los submarinos japoneses I-400 fueron los más grandes que se construyeron antes de que existiese la clase Ethan Allen de submarinos nucleares, construidos en 1961. Los I-400 tenían una eslora de la longitud de un campo de fútbol, podían dar una vuelta y media al mundo sin necesidad de repostar, y, lo más extraordinario, podían lanzar tres aviones
de ataque Aichi M6A1, llamados Seiran, que significa niebla, cuando
emergían a la superficie, desde su cubierta. Esta verdadera arma secreta
de finales de la II Guerra Mundial acaba de ser hallada bajo el océano pacífico, en aguas de Hawái. En EE.UU los arqueólogos e investigadores no están parados. La Hawaii Undersea Research Laboratory (HURL), junto con la Universidad del Archipiélago y la NOAA, agencia oceánica estadounidense, han logrado el hallazgo, largamente deseado, como veremos.
Es difícil imaginar los problemas de diseño que
supuso este alarde tecnológico que vio la luz en 1944. El submarino, del
doble de tamaño de un U-boat alemán, llevaba sobre su cuerpo central un
hangar en el que cabían tres de estos bombarderos
ligeros, que plegaban las alas de un modo nuevo y especialmente
ajustado, incluso las de la cola. Además, para evitar el fastidioso
pre-calentamiento del motor, necesario en los aviones de la época antes
de despegar, que podía arruinar el efecto sorpresa, los ingenieros de
Yamamoto diseñaron un sistema de inyección directa para que el motor recibiera aceite precalentado y funcionase a la perfección desde el momento del arranque.
Esta es la única fotografía realizada por la Armada japonesa de un I-400. Muestra dos aviones de ataque Aichi M6A1 en cubierta, a punto de ser lanzados. Siguiendo el modelo de ataque de Pearl Harbor, los aviones estaban pensados para aparecer sin previo aviso sobre cualquier lugar, tal vez ciudades como Nueva York y Washington DC. Los aviones Seiran podían lanzar una bomba de 850 kilos. Pero la nave iba armada de 8 tubos lanzatorpedos, un cañón de 140 milímetros en popa y tres ametralladoras antiaéreas de gran calibre.
Los submarinos de esta serie, los más avanzados de su época,
fueron confiscados por el ejército de EE.UU y llevados a Hawái.
Posteriormente, cuando los rusos presionaron para acceder a los avances
de la tecnología nipona en la guerra submarina, la US Navy decidió hundirlos torpedeándolos
desde el USS Cabezón. Bajo el tratado que puso fin a la guerra en el
Pacífico, cualquier tecnología militar adquirida de Japón debía ser
puesta a disposición de otras potencias aliadas, incluyendo la Unión
Soviética.Ya había sido localizado el I-401 en 2000.
El descubrimiento ha sido llevado a cabo a primeros de diciembre por el veterano explorador submarino del HURL, Terry Kerby.
Desde 1992, el HURL ha utilizado sus submarinos sumergibles Piscis IV y
V a la caza de submarinos y otros recursos culturales subacuáticos como
parte del programa de la NOAA para la investigación del patrimonio
marítimo.
En Estados Unidos tienen claro que los bienes del Patrimonio como, los pecios históricos son recursos no renovables
que poseen una información única sobre el pasado. En esta inmersión
reciente, después de décadas buscando estos yacimientos, Kerby fue
acompañado por dos arqueólogos de la NOAA , con experiencia en la
documentación de los barcos y submarinos de la Segunda Guerra Mundial, James Delgado y Hans Van Tilburg.
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