Guijarros redondeados en la superficie de Marte
indican que una corriente de agua fluyó alguna vez en el planeta rojo, según un
nuevo estudio realizado por un equipo de científicos de la misión 'rover
Curiosity' de la agencia espacial de Estados Unidos, NASA, que se publica en la
edición de este viernes en la revista 'Science'.
Los guijarros redondeados de este
tamaño son conocidos por formarse sólo cuando se transportan a través del agua
a lo largo de largas distancias y estos fueron descubiertos entre el borde
norte del cráter Gale del planeta y la base del monte Sharp, una montaña en el
interior del cráter.
El hallazgo representa la primera
evidencia in situ de un flujo constante de agua en el paisaje de Marte y es
compatible con las perspectivas de que el planeta una vez pudo haber sido capaz
de albergar vida. "Encontrar los guijarros redondeados que se depositaron
hace más de 2.000 millones de años era una cuestión de aterrizar en el lugar
correcto", explicó el geólogo de la Universidad de California, Davis, en Estados
Unidos, Dawn Sumner, coinvestigadora del Laboratorio de Ciencia de Marte de la NASA y coautora del estudio.
"La razón principal por la que
elegimos el cráter Gale como lugar de aterrizaje era observar las capas de
rocas en la base del monte Sharp, a unos cinco kilómetros de distancia -dijo--.
Sabíamos que había un abanico aluvial en la zona de aterrizaje, un depósito en
forma de cono de sedimento que requiere de un flujo de agua para formarse. Este
tipo de piedras se deben probablemente al medio ambiente. Aunque no elegimos el
cráter Gale para este fin, esperábamos encontrar algo como esto".
El hallazgo proviene de la
exploración del Curiosity de la superficie de Marte durante sus primeros 100
soles (102,7 días en la Tierra)
o días marcianos. Durante ese tiempo, el vehículo viajó a unos cuatrocientos
metros de su lugar de aterrizaje, examinando varios afloramientos de losas de
piedra, de las cuales el Curiosity tomó imágenes de alta resolución en tres
lugares conocidos como Goulburn, Link y Hottah. El tamaño del grano, la
redondez y otras características de las piedras llevaron a los investigadores a
la conclusión de que habían sido transportadas por el agua.
Sumner dijo que el descubrimiento
involucra algunos de los principios más básicos de la geología. "En el
primer día de mi clase de sedimentos, hago a los estudiantes medir el tamaño de
grano y la redondez --señaló Sumner--. Es simple pero muy importante". El
trabajo de Sumner en África del Sur y Australia estudiando signos de vida
pasada microbiana en las rocas y en las comunidades microbianas que viven en la Antártida, lo que ayudó
a la expedición a aterrizar en el lugar idóneo.
La NASA reconoció que sus habilidades podrían ser
fundamentales para el objetivo de la misión: determinar si alguna vez pudo
haber existido vida en Marte. Como parte del equipo, Sumner ayudó a coordinar
las primeras interpretaciones científicas de lo que se vio durante los primeros
días del Curiosity en Marte, ayudó a dirigir el vehículo, a través del
ordenador, para disparar fotografías del planeta, y continúa trabajando en la
misión de la UC Davis.
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