La NASA ha decidido seleccionar, tras una
competición de proyectos que ha durado tres años, una misión del
Instituto Tecnológico de Massachussetts (MIT) que tendrá como objetivo
buscar planetas con características similares a las de la Tierra y que,
según ha informado la agencia espacial estadounidense, está previsto
lanzar en 2017.
La misión, que será financiada por una donación de la NASA de 200
millones de dólares, se llamará The Transiting Exoplanet Survey
Satellite (TESS) y será la primera en explorar planetas por todo el
cielo.
Para ello, se utiliza una matriz de cámaras de campo amplio que
permitirá de descubrir exoplanetas (planetas que no orbitan el Sol) en
tránsito, es decir, que periódicamente pasan por delante y eclipsan a su
estrella madre, que van desde los del tamaño de la Tierra, hasta
planetas gigantes de gas que estén en órbita de una estrellas similar al
Sol.
"TESS abarcará 400 veces más cielo que cualquier misión anterior",
ha explicado el que será el director principal de esta investigación,
George Ricker. En este sentido, ha destacado que "va a identificar miles
de nuevos planetas en la vecindad solar, con un enfoque especial en los
planetas comparables en tamaño a la Tierra".
Además, ha señalado que será capaz de detectar cambios
"increíblemente pequeños en la intensidad de la luz de una estrella
cuando un planeta del tamaño de la Tierra pase por delante". "El
tránsito de la Tierra por delante del Sol, visto desde el exterior del
Sistema Solar, causaría una disminución en la luz del Sol de 85 partes
por millón. TESS está diseñado para detectar una disminución de la
intensidad de la luz todavía menor, de aproximadamente 40 partes por
millón", ha explicado.
TESS se basa en una serie de innovaciones desarrolladas por el
equipo del MIT en los últimos siete años. Será la sucesora del
telescopio espacial Kepler, que ha descubierto más de 100 exoplanetas
confirmados y miles de candidatos desde su lanzamiento. Según los
cálculos de los científicos obtenidos por los datos de Kepler, un
planeta como el nuestro puede existir a solo 6,5 años luz de distancia.
En este caso, los expertos confían en que TESS encuentre hasta
1.000 exoplanetas en sus primeros dos años de búsqueda. La NASA cuenta
con esta misión como un añadido al trabajo que realizará el telescopio
James Webb. Así, según ha indicado, cuando un exoplaneta cercano haya
sido identificado por TESS, el James Webb analizará su atmósfera en
busca de indicios de vida.